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La mariposa y el sol

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Ilustración IA Gémini 2025   La mariposa y el Sol   Había una vez una mariposa amarilla que nació sin un ala. Su condición no comprometía su vida porque sus órganos de supervivencia estaban intactos: corazón, pulmones, cabeza… El inconveniente se dio cuando al estirar “las alas” para volar, pudo hacerlo, no de frente como quería, sino de lado, aun así no quiso detenerse y siguió volando imparable hasta dar la vuelta al mundo siguiendo la línea ecuatorial. Luego se aquietó en el sitio de donde había partido. Podía volar, sí, pero estaba imposibilitada de dirigirse a un lugar específico, cambiar de trayectoria, variar de altura, hacer piruetas en el aire; incluso huir de los depredadores. Ella no se quejaba, sino que aceptaba su condición, aunque estaba un poco triste. Entonces el Sol, que había estado observando su problema, le ofreció un camino: —Soy el rey de la luz, pero también señor de las sombras. Ellas me obedecen y yo les doy forma, ¿sabías? Pues hoy, cuando ascienda al...

Dejen de joder jugando al Titanic

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Anómino (Veneciano) Fecha estelar: 2306203 Ahora que están en tiempo de pases y sabemos que Messi iría a la MLS o Bensemá atracaría en Arabia Saudita, que tal si Ucrania contrata los servicios privados de la Compañía paramilitar de Wagner, al fin es una empresa y puede firman contrato con el mejor postor.  Uno que parece sí sabe mover mejor las fichas que Florentino Pérez es Prigozin, en este rato dicen que hay una columna de 24000 soldados wagnerianos en marcha hacia Moscú, a lo Walking Dead, algo así como las madres de mayo en la marcha de las cacerolas vacías haciendo alboroto porque no hay frijoles para la sopa, aunque estos tienen algo mas que cacerolas, irían con chalecos blindados, obuses, AEK-971... amén de todo el infiernillo con que flagelaron a los ucranianos en Bajmut. Hay un careo entre Prygozin (nunca pude grabarme como se escribe este apellido) contra el otro cara de mudo del ministro de defensa ruso, que tampoco sé su nombre, en que le acusa de que le han tirado mis...

Dr. Galo René Pérez

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Dr Galo René Pérez (Quito 1923 - 2008) Una clase que disfrutaba mucho es la del Dr . Galo René Pérez . ¡Nació el 3 de abril de 1923, se concluye que cuando nos daba clases tenía 60 años (! qué tal ! usaba un recurrente terno café de paño , chaleco y reloj de bolsillo ; pintaba canas y andaba algo encorvado , de risa placentera y bonachona ), a los 60 tenía una edad a la que nos falta mucho por llegar y él tenía tanta vitalidad y paciencia ; para entonces ya había ejercido cargos públicos y sido presidente de la Casa de la Cultura (1974 - 1979). Así que tenerlo en el Colegio era como si dieran el pase de Ronaldo 7 al Nacional, el de los puros criollos ( exagerando ; pero sí ). ¡Qué afortunados fuimos ! Murió el 18 de junio 2008, enterrado el mismo día ; alcanzó los 99 de edad, tres   años  más   que Isabel II . En el año 2000 cuando trabajaba yo en la ...

Lenix y el caso del fantasma 548-7. (implicaciones con diálogo azul: 100 negras por minuto)

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Ilustración Jorge Miño © La manera de matar a un fantasma es dotarle de un cuerpo; de esa manera queda encadenado a la materia. Hay un escuadrón dedicado a estos asuntos. Son las dos de la madrugada y Lenix atiende una llamada. “Han matado al fantasma” dice la voz de su jefa. “Atiende el caso” concluye. Acude a la escena, lleva consigo la araña psíquica, la pelota para voley de playa, su magnum levitante y las gafas reveladoras. El informe a modo de conclusión dice: “En efecto, alguien ha encerrado al fantasma en un ser que se hace llamar Peny porque su cara tiene el diámetro de un penique; lleva un vestido de hojas, un collar con un delfín de pendiente y anda armada. El fantasma 5648-6 aparece en la lista de “los más buscados”. La captura: 56 (que es su diminutivo), hace caso omiso a las advertencias. El arma levitante apunta y dispara,   cae herido; tres charcos de sangre a modo de fantasmas rojos escapan de su cuerpo, la pelota se mantiene a la ...

La foto que nunca tomé

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Fotografía Jorge Miño © Cuando presioné el obturador el mensaje de pantalla fue “no hay memoria para guardar” así que, sin moverme del sitio, me concentré en borrar algo para dejar espacio libre. Eliminé una de tantas fotos de gotas de agua cayendo detrás de una ventana de un auto y en   poco estaba listo, pero no tomaría aún la foto porque en la anterior escena había una ráfaga de palomas   que cruzaron en diagonal ascendente; partieron desde la esquina de la Plaza de San Francisco, eclipsaron brevemente las cúpulas de la Compañía, fueron cubiertas por la la cruz de piedra que se yergue a la salida de Cantuña y por último, antes de decolar sobre el pretil de la Ermita de Villacís, oscurecieron la torre de La Merced y se aquietaron repentinas saliendo de cuadro. Confiaba en que volverían pero nunca lo hicieron, o quizás regresaron pero no puedo asegurarlo porque, sin moverme del sitio, me distraje observando la imagen imponente de un negro alto que bajaba, llevando...