El oxígeno que producen las plantas devora el metal de los autos.
Fotografia de Stephen Gordon: https://www.facebook.com/stephen.gordon.9404 A tres amigos que hacían un viaje de vacaciones hacia el litoral a mitad de camino se les terminó el combustible del auto. Encargaron a uno de ellos traer gasolina desde una estación por la que habían pasado hace no mucho tiempo. Salió con la consigna pero nunca regresó porque se le acabó la sangre a medio camino y se quedó igual de estático que el auto. Los dos amigos cansados de esperar y ya con hambre salieron a merodear el entorno donde descubrieron apetitosas alhandas. Se atragantaron con la fruta y llevaron algunas para seguir mordisqueándolas en el interior del auto al amparo de su sombra. Arrojaron en forma displicente las semillas y se marcharon, pues añoraban llegar a su destino porque se les hacía agua la boca por darse un chapuzón en el mar. Abandonaron el auto con la intención de regresar pronto pero nunca l...